martes, 14 de septiembre de 2010

Yerro de una noche de verano.


Si nos, vanas sombras, os hemos ofendido,

pensad sólo esto y todo está arreglado:
que quedos habéis aquí dormido
mientras han aparecido esas visiones malvadas.
Y esta débil y humilde ficción
no tendrá sino la inconsciencia de un sueño;
amables espectadores, no nos reprendáis;
si nos concedéis vuestro perdón, nos enmendaremos.
Y, a fe de honrado Puck,
que si nos hemos tenido la fortuna
de escaparnos ahora del título de la serpiente,
procuraremos corregirnos lo antes posible;
de lo contrario llamad a Puck embustero.
Así, pues, buenas noches a todos.
Dadnos vuestras manos si es que somos amigos,
y Robin os restiruirá indemnizándoos.

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